En los últimos años, el uso de la bicicleta ha cobrado impulso no sólo en la República Checa, sino en toda Europa. Los repetidos cierres durante la pandemia de COVID y otras medidas relacionadas animaron a la gente a usar la bicicleta más a menudo, tanto en zonas urbanas como no urbanas. Más ciclistas en bicicleta y demasiados coches en las carreteras ponen el tema de la seguridad vial en el orden del día. Así pues, el auge del ciclismo ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias de las infraestructuras ciclistas que habrá que abordar en el futuro.